Uno de los lugares que recuerdo con más cariño es Santorini. Fue el primer viaje que hicimos mi chico y yo, y lo disfrutamos al máximo. 

Cuando me dijeron que el crucero que íbamos a hacer tenía parada en Santorini me vinieron a la cabeza un montón de recuerdos. El cielo azul, el color del agua, la gente, las casas... todo es muy auténtico.

Si tenéis tiempo y hacéis un viaje a Santorini hay 3 cosas imprescindibles para hacer. 

Visitar Oia: Es un pequeño pueblito que está situado en el acantilado de Santorini, y que tiene una puesta de sol preciosa. Para los que estéis acostumbrados a una puesta de sol en el mar, os parecerá un poco raro ver a la gente esperando este momento, pero aún así es muy bonita. 

El puerto de Oia es muy bonito, se come muy bien, y caminando un poquito por las rocas se llega a una zona donde la gente se baña.

 Si podéis quedaros a dormir en esta zona, elegir los hoteles que estén hacia la caldera, son un poco caros, pero merece la pena. Como recomendación que tenga piscina, hace mucho calor y se agradece.

Visitar la caldera: Si pasáis unos días, una excursión obligada es la visita al volcán. Paseo en barco disfrutando de las vistas de la isla desde el mar, y paseo por la caldera (es necesario calzado cómodo).

Playa blanca y Playa roja: Son dos playas que hay en la isla en estos dos colores. Están siempre llenas, así que merece la pena madrugar. 

Si vais en crucero, no os recomiendo ir en burro, ni bajar ni subir por el camino que hacen los burritos. Eso sí, las colas del teleférico son eternas. 
Si no tenéis tiempo, Oia es el lugar que tenéis que ir a visitar. Un paseo rápido y disfrutar de las vistas.