Un año más tarde vuelvo a escribir sobre el accidente que nos cambió la vida. Y lo hago porque quiero compartir con vosotros todo lo que ha significado en este año.

Los que me conozcáis desde hace mucho tiempo, sabéis que el año pasado tuve un accidente en el río Amazonas, dónde un barco de pasajeros pasó por encima del peque peque -canoa motorizada que se utiliza como medio de transporte en la selva peruana- dónde estábamos un grupo de turistas. Si no leísteis el post en su momento, lo podéis leer en: Disfruta cada segunda de tu vida. 

Sigue costándome escribir este post, al igual que el año pasado, recordar esos momentos me hace pensar en lo que podía haber pasado, y en la suerte que tuvimos. Como en aquel momento, no es mi idea hablar del accidente, estas cosas pasan, y aunque pensemos que no nos puede suceder a nosotros,   ya veis que no es así.

Mi idea es compartir con vosotros lo que he aprendido durante este año, aunque estoy segura de que me queda mucho por aprender.

La vida sigue, y puedes decidir seguir con ella, o quedarte parado en ese instante. Como todo es tu decisión, pero si te quedas parado, serás el único, así que aprovecha que estás bien, disfruta, se feliz, y sobre todo valora lo que tienes a tu alrededor.

No digo que borres el asunto, no se trata de eso. Se trata de aprender, pero si te quedas atascado estarás ahí mucho tiempo, y créeme que no te va a ayudar. Mantén tus metas, consigue tus objetivos y  piensa que si algo te puede ayudar es que tú te sientas bien contigo mismo. Parece un cuento, pero es así. 

Hay algo que me enseñó el accidente, es que uno no se puede arrepentir de las decisiones que toma. En ese momento tomé decisiones que no pude valorar más de 3 segundos, pero lo hice porque en ese instante me parecieron las más acertadas, y aunque durante un tiempo sentí que podía haber hecho más de lo que hice, no significa que lo que hice estuviese mal. Si aprendes a respetar tus propias decisiones las cosas son más fáciles. Y hay una frase que leí hace poco, "La comparación es la ladrona de la alegría" y creo que es 100% verdad. 

Mientras leéis estas líneas, nosotros estamos de visita en Santiago de Chile. La fecha elegida fue casualidad, y semanas después me di cuenta de que era 1º aniversario del accidente, así que con esa excusa toca festejarlo. ¿Y que toca celebrar? Pues la vida, porque como os digo, que sea la misma fecha es solo una excusa :)